Llevo tiempo observando un problema que parece que nadie quiere admitir en voz alta:
Los TMS que usamos hoy en día son una mierda (con perdón). Son rígidos, no se adaptan, y a la mayoría de las empresas no les sirven. Resultado: los operadores logísticos acaban recurriendo a Excel, post-its y papel. Sí, en pleno 2025, todavía dependemos de estas “soluciones”.
El problema no es la falta de herramientas, es que ninguna entiende lo que pasa en la realidad: Cada cliente tiene necesidades distintas, cada almacén, cada cross-dock es un mundo (espacio, tipo de mercancía, procesos). Cambiar cualquier proceso en los sistemas actuales es carísimo y lleva meses.
Y al final, ¿quién paga el pato? Todos: Los equipos de tráfico, que no pueden reaccionar rápido, los equipos de TI, que están hasta arriba de cambios urgentes, y las empresas, que pierden tiempo y dinero en sistemas que no dan la talla.
¿Y si esto pudiera cambiar?
He estado trabajando en una solución, un no-code suit tool pensado específicamente para la logística. La idea es simple pero poderosa:
Los procesos pueden cambiarse en tiempo real, sin depender de desarrollo ni de consultores externos.
Los equipos de operaciones tienen el control para personalizar los workflows según lo que realmente necesitan.
La tecnología puede automatizar tareas y usar IA para mejorar productividad y servicio.
¿El resultado?
Un sistema flexible, rápido y adaptado a la realidad de cada operador logístico. Y, lo mejor, contenta a todos:
El CFO deja de preocuparse por los costes de implementación.
El CSO puede aceptar clientes con necesidades especiales sin problema.
El jefe de tráfico adapta los procesos a su antojo.
Y el CTO puede centrarse en proyectos estratégicos, dejando de lado tareas tediosas.
Si estás tan cansado como yo de que la logística sea un rompecabezas imposible, hablemos. Quiero cambiar esto. Y sí, quiero hacerlo contigo.

Iñigo Juantegui
CEO, Ontruck